Retransmisión en diferido de la situación en la Plaza Catalunya

Irina
Enviada especial Canaletes

Primera parte
La afición se indignó porque no se veía el partido en la pantalla gigante ni se escuchaba en la radio. Yo, afortunada, tenía mi radio gracias a la cual iba informando al resto de la plaza. El gol de Touré se propagó rápido de una punta a la otra y empezaron las celebraciones (aunque el gran número de holandeses que nos rodeaban ya lo celebraban con indecentes cantidades de latas de cerveza desde las 8 de la tarde...:

Holandés borracho: Barça win?
Irina: No, 1-1
Holandés borracho: Party?
Irina: No win, no party
Holandés borracho: Oh...
(interesante verles interpretar cánticos como el típico "Madrid, cabrón, saluda al campeón").

Por otro lado, también creo conveniente comentar el buen comportamiento de los aficionados culés cuando, en un par de ocasiones, aparecieron niñatos con coeficiente intelectual negativo y camisetas del Madrid llamando de todo a los catalanes y al Barça. Exceptuando alguna amenaza, fueron totalmente ignorados y no tuvieron otra que irse en la segunda parte ante el recital de los blaugrana.

Segunda parte
Al contrario que en la primera, que había mucha gente pero todos sentados y más o menos cómodos, la plaza se llenó completamente y la afición tenía ganas de fiesta. Desde que encendieron la pantalla gigante y se empezó a oir a Puyal por los altavoces, no se paró de cantar, botar, gritar y bailar hasta que pitó el final del partido.

Final
Me gustaría haberme quedado a ver las imágenes que por lo visto emitió TV3, pero la marea de gente empezó el éxodo a Canaletes y me arrastró hacia allí. Me supo mal no ver a Puyol levantar la Copa, pero fue bonito ver como los alrededores de la fuente se llenaban poco a poco (pese a que los Mossos d'Esquadra intentaran evitarlo cortando la mayoría de calles de acceso tanto para el tráfico como para los peatones). Al rato de estar rondando por allí, cuando la aglomeración de gente ya impedía casi moverse, decidimos ir de nuevo a la Plaza Catalunya. Nos costó como 15 minutos llegar (increíble la de gente que había, y eso que aún era bastante pronto). Allí vimos a una tal Roser, que por lo que oí ha salido de Operación Triunfo, interpretando el himno del Barça en dos ocasiones para animar la fiesta más aún.

De vuelta a casa
Puesto que hoy teníamos que levantarnos a las seis de la mañana, decidimos que las dos y media era una buena hora para volverse a casa. Aunque decirlo era fácil, no tanto hacerlo (el Metro cerrado, difícil tarea la de coger un taxi). Oleadas de gente bajaban Gran Vía en masa, saludando a aquellos que ondeaban las banderas desde sus coches pitando y cantando. Lo curioso es que en la celebración no sólo se veía gente del Barça, sino que bastantes aficionados del Athletic con camisetas y banderas también paseaban entre la marea azulgrana, que los respetaba e incluso coreaba el nombre de su equipo como muestra de complicidad entre las dos aficiones. Senyeras y ikurriñas atadas en cuellos de unos y otros, todo un ejemplo de respeto y deportividad más allá de lo político del tema.