Los alemanes plantearon desde el inicio el partido a la defensiva, esperando tener la misma suerte que tuvo Suiza. Pero no fue así, y España mostró por fin el juego esperado: tocando y tocando hasta plantarse en el área de Neuer. Le faltó suerte en la finalización de las jugadas, pero dominó claramente la posesión del juego. Alemania tan sólo tuvo oportunidad de acercarse a Casillas en algún contraataque, la única vía del equipo para crear peligro. Pedro, titular, sorprendió y se convirtió en un dolor de cabeza para la defensa de Loew y en uno de los mejores jugadores del partido. Pero no fue él, ni tampoco Villa, quien marcó el único gol del partido. Puyol rompió todas las apuestas rematando de cabeza un córner. Su primer gol en el campeonato lleva a España a jugar la esperadísima final.La final, contra Holanda
El del domingo será un partido espectacular, entre las dos selecciones que más se han merecido luchar por el título hasta el final. Será la tercera que juega Holanda: la primera la jugó el equipo liderado por Cruyff en 1974, que pese a ganarse el pseudónimo de "la naranja mecánica" por su juego aplastante, no consiguió arrebatarle el título a Alemania. Fue en el siguiente mundial la segunda oportunidad de Holanda, pero de nuevo cayó, esta vez ante Argentina. El domingo se enfrentará a España esperando que, como dice el dicho, a la tercera sea la vencida. El caso de España es aún más espectacular, y es que en su historia jamás había pasado de cuartos de final en esta competición. Es cierto que los primeros partidos de la selección no convencían, ni por juego ni por resultados. La derrota contra Suiza hizo caer en picado la ilusión de los seguidores y la prensa, que ya hablaban de decepción. Pero poco a poco España se fue recuperando, y aunque no mostrara aún su mejor cara, empezaron a llegar resultados. Pasando la barrera psicológica de los cuartos, con un rival como Portugal delante, España se vino arriba recordando a aquel equipo que, dos años atrás, consiguió proclamarse campeón de Europa. Y se encuentra en semifinales con Alemania, a quien ya venció en la final de dicha competición. Pero ni la selección alemana ni la española eran las mismas de la Eurocopa. Por el bando alemán, el equipo llegaba de eliminar a la gran Argentina tras marcarle nada más y nada menos que cuatro goles. España contrariamente se había mostrado menos espectacular de lo esperado, aunque después de la victoria contra Portugal la ilusión por llegar a la final era máxima, y así ha sido.
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